Segundo Coloquio Nacional de Biopolítica

Tecnologías y Políticas sobre la Vida
Santiago de Chile, 4, 5, 6 y 7 de Noviembre 2008

Los estudios sobre biopolítica no son nuevos y desde ya pueden identificarse una segunda y/o tercera generación de trabajos sobre la cuestión. Un conjunto de nuevos problemas se plantean desde esta perspectiva en relación al derecho, la economía, la sociología, la psicología social, la filosofía, la biomedicina, las neurociencias, las formas de disponer a los sujetos en el espacio urbano y rural, las migraciones, el control de los ámbitos de biodiversidad. En síntesis, el dispositivo conceptual denominado “biopolítica” posibilita nuevas miradas sobre los cambios y mutaciones en el ejercicio del gobierno del territorio, entendiendo a éste como una articulación entre la población y el medio, la población y las cosas.

El diálogo con estas perspectivas nos emplaza geopolíticamente hacia nuestra región, denotando que la construcción discursiva y material de la narración/objeto “Latinoamérica”, no puede ser captado al margen de la biopolítica, ni la biopolítica puede ser captada al margen de “Latinoamérica”. Dado que en el actual capitalismo mundial integrado, Latinoamérica ocupa un lugar clave en tanto reserva mundial de alientos y biodiversidad; pero también en tanto ella alberga poblaciones con culturas y tradiciones diferentes, así como una persistente historia de mutaciones en el ejercicio del poder y de creativas y diversas resistencias.

Se trata de un concepto, la biopolítica, introducido por el filósofo Michel Foucault, que da cuenta de los mecanismos por medio de los cuales la vida (humana, animal y vegetal) entra en la historia, y se constituye en un objeto de saber- poder, en objeto jurídico, de cálculos políticos y económicos. El fin es tomar la gestión de la vida, optimizar un estado de vida, productivizar sus rendimientos. En este sentido, la biopolítica es también una cambiante gestión de la muerte, pues el complemento inescindible del gerenciamiento de la vida es la manipulación de la muerte en sus diversas formas (no sólo física, sino también social y, por ende de las representaciones subjetivas de la muerte que condicionan los avatares de las subjetividades singulares y colectivas).

Latinoamérica, construcción espacial y temporal que nos habita, no puede ser captada al margen de su devenir en la historia del orden social capitalista ni de su contemporaneidad neoliberal. Programación que apunta a organizar, intervenir y acondicionar el marco, el medio en el cual se van a desenvolver la población y sus subjetividades. Espacio de libertad vigilada y productivizada a fin de hacer posible los mecanismos del mercado. En definitiva, acá tenemos lo propiamente biopolítico de la gubernamentalidad del presente; las estrategias que intentan regular la realidad, sus acontecimientos y sus circulaciones. Pero como la biopolítica es una forma de ejercicio del poder y no hay poder sin resistencias, Latinoamérica es a un tiempo ese cuerpo múltiple, variado y creativo que inserta grietas, que rellena estratégicamente las estrategias.

Pero es menester no olvidar que las tecnologías de poder desde las que se construye “lo latinoamericano” son al mismo tiempo tecnologías de saber. De modo que el acto mismo de la investigación y la reflexión colectiva al dotar de visibilidad y realidad a la dimensión biopolítica, también está participando de esta cartografía en construcción. De la misma manera que lo hacen aquellas políticas de vida; éticas, saberes, contra-conductas y modos de vida que constantemente desafían a la racionalidad productiva.

En este escenario, en el que la vida ha devenido en objeto político esencial, la invitación es a participar de este Seminario sobre Biopolítica en América Latina. El cual, convocado desde distintos centros académicos de Chile y Argentina, busca instalar un espacio dialogal acerca de lo latinoamericano y la biopolítica, explorando esta relación in-visibilizada por el pensamiento político metropolitano.